Último post de mis vacaciones semanasanteras antes de tomarme un merecido puente de mayo :P
Hacía ya casi 14 años que no visitaba Estepona y hubo momentos en que casi no la reconocí: Vitín va a conquistar el mundo (como siga así le empezará a hacer la competencia a Mercadona) y han cerrado algunos comercios o bares en los que tenía bonitos recuerdos, pero como la vida finalmente consiste en ir creando nuevos recuerdos felices cada vez que se tiene oportunidad, la vuelta a lo conocido me llevo a caer en un restaurante desconocido (para mi, claro, pero a este también volveré)
Madubar es un restaurante de comida fusión y esto, a priori, siempre lo recibo con cautela; no obstante, en esta ocasión comimos una deliciosa comida a buen precio en un rincón muy agradable a espaldas de la Plaza de Las Flores.
Ese día, el menú especial, al margen de la carta habitual, estaba dedicado a la cocina marroquí, así que tras un gazpacho que estaba muy sabroso (aunque con unas gotas de limón de menos hubiera tenido el punto justo), disfrutamos de unas albóndigas de cordero con especias y salsa de tomate casera y una pasta filo crujiente rellena de queso brie y cebolla caramelizada:
Quiero señalar que sería interesante que se mejoraran los tiempos de espera, quizá sólo un camarero para atender la terraza no es suficiente, pero por lo demás, recomiendo este restaurante si os apetece disfrutar de algo distinto aunque os encontréis en pueblo costero. Los espetos son deliciosos, pero hay más vida en Estepona ;)
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